El amor por internet
- La Hija
- 17 ene 2016
- 3 Min. de lectura

En esta época del siglo XXI donde todo son redes sociales; Facebook, Instagram, Twitter, etc. Es inevitable el intercambio de palabras, fotografías y demás con personas fuera de nuestro entorno geográfico. Hoy, podemos hacer lo más ordinario en nuestro día y a la vez, conversar con una persona al otro lado del mundo. Increíble ¿no?
Pues es así como, más del 50 % de los cibernautas, han caído en eso del ‘amor cibernético’. Para algunos un tema algo ridículo y para otros un suceso nada descabellado.
Si eres uno de los que están dentro de las estadísticas, lo estuviste o simplemente tienes curiosidad de cómo funciona, continúa leyendo.
¿Por qué nos enamoramos por Internet?
Si no lo sabes tú, menos yo. Pero calma, calma. Tengo una teoría. Básicamente somos seres que en su mayoría buscamos la perfección e idealizamos a las personas. A consecuencia de esto y la suma de las redes sociales, encontramos a una comunidad maravillosa, divertida, justa y perfecta. Este puede ser uno de los principales enganches al amorío. Pero claro, nunca hace falta las excepciones, quienes se enamoran porque realmente encontraron al amor de su vida (ja, ja, ja). No se ofendan, nada personal.
Ritual del enamoramiento en línea
El primer paso, y el más determinante de toda historia amorosa por Internet es:
La conquista:
Primeramente tienes que ubicar de entre tus miles de contactos, a la chica o el chico que te hace ir a su perfil cada 5 minutos.
Ahora bien ¿Cómo llamar la atención de esa persona que pone tu cara de estúpida(o) a través de una pantalla?
Mandar miles de mensajes por privado.
Aunque la mayoría lo único que logra con esto, es el famosísimo ‘visto’, se rumora que solo los más inteligentes perduran sin que se les ignore.
*Tip importantísimo; nunca comiencen una conversación con: ‘Hola ¿Qué cuentas?’ ¡No! ¡Jamás! Esfuércense un poco más carajo.
Publicar algo en su muro.
El clásico signo de que le gustas a alguien, es cuando tienes más de dos publicaciones de esa persona en tu muro (por día). Sinónimo de que esta locamente interesado en ti. Esto es información implícita que cualquier persona lo sabe. Así que, si quieres ser un poco sutil y no tan obvio, esta puede ser una buena opción para comenzar.
Etiquetar a esa persona en una publicación, fotografía o video.
Tener moderación de las etiquetas, es el punto importante aquí. Tampoco quieres verte desesperado. ¡Ah! Y por favor eviten esas imágenes o publicaciones masivas; mensajes de dios o cualquier cadena estúpida.
*Tip: Compartir un video musical de su grupo favorito, es un excelente comienzo.
Cambiar tu foto de perfil (la más sexy, aunque tengas diez años de habértela tomado).
Sin duda alguna, dicen que el amor entra por los ojos, y aunque muchos de ustedes no son muy agraciados, hacen su luchita de mostrar el mejor perfil, y está bien. Solo eviten poner sus gestos ridículos y no cruzar la línea delgada entre lo sexy y naco.
El amarre (dícese a la acción de asegurar a la persona):
Teniendo ya la atención de el/la individuo/a que te gusta, lo demás es demasiado sencillo.
Pedir su número de celular:
Esto es bá-si-co. El tener su número abre las puertas al paraíso. WhatsApp y llamadas por la madrugada, claro, y porque no, esas de las que hacen subir la temperatura… ¡Auch! Pero tampoco sean tan lobos y lobas, hay que dejar que el agua hierva poco a poquito para después despellejar bien el pollo. ¿Si me entienden, no?
Enviarse mensajes durante todo el día:
Cuenta la leyenda que si duran más de 8 horas escribiéndose sin parar, créeme, ya estás en la segunda base ¡le gustas! ¡Que emoción! Solo trata de no hostigar, ya sabes, dale tiempo a que te extrañe, o a que haga sus cosas, ir al baño, por ejemplo.
Enviarse fotografías:
El momento de la verdad es cuando te pide alguna fotografía ‘en vivo’ o video llamada. Esto muchas veces es por seguridad, para confirmar realmente que la persona del otro lado sea quien dice ser. No te espantes, que quien será él/la espantado/a será la otra persona (ja, ja, ja). Tu casual, si no te hace el asco, ya la hiciste.
En fin, esto del amor por Internet es todo un mundo. La seriedad de una relación la damos nosotros, ya sea con alguien a la distancia o a la vuelta de la esquina, cada quien toma las cosas como mejor desea. Para algunos un amor por línea puede ser más real y sincero que uno en físico. La ventaja de este primero, es que, no importa que tan feo seas, existen los benditos filtros. Y gracias a que la comunicación es más por escrito, tu entrada triunfal a su corazón será por las letras, así que encárgate de al menos tener una decente ortografía, así él/ ella no te va a exigir que seas un Brad Pitt o Angelina Jolie.
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